lunes, 25 de febrero de 2013

Pedro el Romano será el nuevo Papa


 
Pedro el Romano será el nuevo Papa

Tito Chaín

Una profecía puede definirse como un don sobrenatural que consiste en conocer por inspiración divina las cosas distantes o futuras. Una predicción puede significar anunciar por revelación, ciencia o conjetura algo que ha de suceder. Por tanto, la predicción puede involucrar un don sobrenatural, un proceso lógico-racional, o un juicio más o menos subjetivo basado en indicios u observaciones. A la profecía mayoritariamente se le considera don sobrenatural o inspirada por Dios. Así, se sitúa a la profecía en el ámbito de la fe, sin ligarlas necesariamente a un razonamiento en la previsión del resultado predicho.
 
Las religiones de la antigüedad hicieron referencia a hombres «inspirados» que afirmaban hablar en nombre de su dios, al desarrollarse en monoteístas (judaísmo, cristianismo, islam), las predicciones ya no constituyen lo esencial en los profetas, estos se distinguen de los exaltados o simuladores por ser sólo mensajeros. Las profecías eran consideradas simples indicadores del designio de Dios. Hasta la fecha, más allá de las evidencias científicas que puedan o no resultar suficientes para unos u otros, muchos seguidores de las grandes religiones afirman que, en buena medida, las profecías de sus libros sagrados se han cumplido.

La profecía que por la renuncia de Joseph Aloisius Ratzinger (Benedicto XVI) recobró vigencia es la de San Malaquias según la cual la elección papal que comenzará a finales de febrero podría ser la última antes del final de los tiempos. La profecía de los papas atribuida al arzobispo Malaquías de Armagh y que se no se hizo pública hasta 1595 otorga a cada uno de los papas una frase hasta llegar al 112 que, según el manuscrito, sería el último sucesor de Pedro en la época actual.

Así, vaticinó que el papa 109 sería “el de la media luna” y, curiosamente, fue el número que correspondió a Juan Pablo I quien nació, murió y fue nombrado Pontífice en días en que solo se veía la mitad de lal satélite natural. Sobre el papa 110, Juan Pablo II, Malaquías vaticinó que sería «el de la fatiga». Según este método a Benedicto XVI (Papa 111) se le atribuye la frase «de la gloria al olvido» y, al papa 112, que será el que se elija en cónclave que se comenzará el 28 de febrero, en lugar de una frase le corresponde una profecía apocalíptica. Según San Malaquías, el próximo santo padre sería Pedro el Romano, “El papa bajo el que la ciudad de las siete colinas será destruida”. Los estudiosos de los manuscritos de Malaquías interpretan que Roma es la ciudad de las siete colinas de ahí que la llegada del próximo pontífice signifique para algunos el final de la iglesia católica y para otros (los meteoritologos)  el de la humanidad.

Partiendo de esta teoría hay quienes atreven ir más allá y auguran que Pedro el Romano podría ser Tarcisio Pietro Evasio Bertone, actual secretario del Estado Vaticano que desde el próximo 28 de febrero ejercerá las funciones de Jefe del Estado Vaticano durante la elección papal. Para los freudianos una profecía autocumplida o autorrealizada es una predicción que, una vez hecha, es en sí misma la causa de que se haga realidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario