martes, 13 de agosto de 2013

Documentos de la "Independencia" de México: Tratado de Córdoba


Documentos de la Independencia de México
Tratados de Córdoba  

Reunidas las Cortes españolas, los diputados españoles consiguieron que el ministro de Ultramar destituyera a Juan Ruiz de Apodaca de su cargo como virrey de la Nueva España, en su lugar se nombró a Juan de O’Donojú como jefe político superior y capitán general, títulos que se conferían al nuevo virrey, un personaje que era identificado como un liberal de avanzada ligado con la masonería, señalado enemigo del absolutismo, y perseguido por Fernando VII a causa de sus ideas.

A su llegada a Veracruz el 3 de agosto de 1821, O’Donojú, en vista de la gravedad de la situación en la que se encontraba el país, lanzó una proclama en la que declaraba su tendencia liberal, además de prometer que en su gobierno buscaría conciliar los intereses de los americanos y los extranjeros.

Su siguiente paso fue establecer contacto por correspondencia con Agustín de Iturbide para dar cumplimiento al Plan de Iguala, así aseguraría un imperio a la casa real de España; además concretó una entrevista con Iturbide en Córdova, una villa en Veracruz.

En Córdova, Iturbide gozó de una entusiasta recepción popular el 23 de agosto de ese mismo año; en ese mismo día arribaba a la villa el virrey O’Donojú, escoltado por Santa Anna; en la entrevista que tuvieron al día siguiente firmaron los que se conocerían como los Tratados de Córdoba, al firmarlos reconocieron a la Nación como soberana e independiente, que en lo sucesivo sería llamada Imperio Mexicano.

Compuestos por 17 artículos, los Tratados de Córdoba, proponían un gobierno monárquico, de tipo constitucional y moderado. Se llamaría a Fernando VII par reinar y establecer su corte en México, que a partir de ese momento sería la capital del imperio. En sus artículos 6, 7 y 8 se establecía que de forma inmediata, y de acuerdo con lo estipulado en el Plan de Iguala, se nombraría la Junta Provisional Gubernativa de la que sería parte el teniente general de Juan O’Donojú.

Esta Junta tenía la encomienda de nombrar a su presidente y una regencia que integrarían tres personas, en quienes residiría el Poder Ejecutivo; de esta manera gobernaría en nombre de Fernando VII hasta que tomara el poder. Debía así mismo gobernar de forma interina, en tanto que las Cortes dieran forma a la Constitución del Estado, depositando así el Poder Ejecutivo en la regencia y el Poder Legislativo en las Cortes.

En este Tratado se reconocía la independencia de la Nueva España, pero se modificó el artículo 4 de manera que, en el caso de que Fernando VII y demás infantes de España no aceptaran el trono de México, las Cortes quedaban capacitadas para elegir libremente al monarca; quedaba abierto el camino para que Iturbide aspirara a ese trono.

Por su parte, O’Donojú ofreció la pronta terminación de la guerra y que las tropas españolas salieran de la Nueva España a través de una capitulación honrosa; además nombró a dos comisionados para que hicieran llegar a Novella una copia de lo pactado en este tratado. 

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