Tratados de Córdoba
Reunidas
las Cortes españolas, los diputados españoles consiguieron que el ministro de
Ultramar destituyera a Juan Ruiz de Apodaca de su cargo como virrey de la Nueva España , en su
lugar se nombró a Juan de O’Donojú como jefe político superior y capitán
general, títulos que se conferían al nuevo virrey, un personaje que era
identificado como un liberal de avanzada ligado con la masonería, señalado
enemigo del absolutismo, y perseguido por Fernando VII a causa de sus ideas.
A
su llegada a Veracruz el 3 de agosto de 1821, O’Donojú, en vista de la gravedad
de la situación en la que se encontraba el país, lanzó una proclama en la que
declaraba su tendencia liberal, además de prometer que en su gobierno buscaría
conciliar los intereses de los americanos y los extranjeros.
Su
siguiente paso fue establecer contacto por correspondencia con Agustín de
Iturbide para dar cumplimiento al Plan de Iguala, así aseguraría un imperio a
la casa real de España; además concretó una entrevista con Iturbide en Córdova,
una villa en Veracruz.
En
Córdova, Iturbide gozó de una entusiasta recepción popular el 23 de agosto de
ese mismo año; en ese mismo día arribaba a la villa el virrey O’Donojú,
escoltado por Santa Anna; en la entrevista que tuvieron al día siguiente
firmaron los que se conocerían como los Tratados de Córdoba, al firmarlos
reconocieron a la Nación
como soberana e independiente, que en lo sucesivo sería llamada Imperio
Mexicano.
Compuestos
por 17 artículos, los Tratados de Córdoba, proponían un gobierno monárquico, de
tipo constitucional y moderado. Se llamaría a Fernando VII par reinar y
establecer su corte en México, que a partir de ese momento sería la capital del
imperio. En sus artículos 6, 7 y 8 se establecía que de forma inmediata, y de
acuerdo con lo estipulado en el Plan de Iguala, se nombraría la Junta Provisional
Gubernativa de la que sería parte el teniente general de Juan O’Donojú.
Esta
Junta tenía la encomienda de nombrar a su presidente y una regencia que
integrarían tres personas, en quienes residiría el Poder Ejecutivo; de esta
manera gobernaría en nombre de Fernando VII hasta que tomara el poder. Debía
así mismo gobernar de forma interina, en tanto que las Cortes dieran forma a la Constitución del
Estado, depositando así el Poder Ejecutivo en la regencia y el Poder
Legislativo en las Cortes.
En
este Tratado se reconocía la independencia de la Nueva España , pero se
modificó el artículo 4 de manera que, en el caso de que Fernando VII y demás
infantes de España no aceptaran el trono de México, las Cortes quedaban
capacitadas para elegir libremente al monarca; quedaba abierto el camino para
que Iturbide aspirara a ese trono.
Por
su parte, O’Donojú ofreció la pronta terminación de la guerra y que las tropas
españolas salieran de la
Nueva España a través de una capitulación honrosa; además
nombró a dos comisionados para que hicieran llegar a Novella una copia de lo
pactado en este tratado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario