sábado, 26 de octubre de 2013

Dos notas occidentales sobre el Islam


Una nota sobre el Islam de Batalla, Javier y otra más publicada por la Solidaritat Universitat de Barcelona. (sunitas)

1. La visión de Javier Batalla

El islam (“sumisión a Dios”, en árabe) constituye la religión monoteísta universal más joven del mundo y, en cuanto a número de fieles, con unos 1.300 millones (un 20 % son árabes) disputa el primer puesto al cristianismo. Los musulmanes representan una cuarta parte de la población mundial y están repartidos fundamentalmente por un arco de 55 estados que se extiende desde la costa oriental de África hasta Indonesia, país con la mayor comunidad musulmana, pasando por Arabia Saudí, donde se encuentran los lugares más sagrados del Islam (La Meca y Medina)”. Sin embargo, es necesario aclarar que “islam e islamismo no son una misma cosa. El islamismo, también conocido como fundamentalismo o integrismo, es la politización, a veces distorsionada y fanática, del islam. El islam es la religión, y el islamismo, el islam político. Y además, está el islamismo apocalíptico o terrorista. Los orígenes del terrorismo islámico en el mundo árabe pueden encontrarse en la ausencia de libertad política. Sin una oposición articulada en los regímenes árabes –ninguno de ellos es reconocido en Occidente como sistema democrático-, los activistas árabes argumentan que la disensión solo puede ser canalizada a través de la única vía que permanece relativamente abierta: la religión”. Es importante destacar que “el resurgimiento del islam político tiene diversas fuentes, incluido el origen del islam, que es muy distinto al del cristianismo. Mientras los discípulos de Cristo fueron una minoría perseguida dentro de un Estado legal y socialmente organizado -el romano- el islam fue, además de religión, el Estado y la ley que organizó la sociedad. Mahoma, además de profeta, fue un hombre de Estado que levantó un imperio, y el islam no sólo organiza y ordena lo espiritual y religioso, sino también lo político, lo social e incluso lo económico. Por eso la identidad de religión y poder ha quedado inscrita indeleblemente en la memoria de los musulmanes”.

* BATALLA, Xavier, La guerra del siglo XXI Afganistán, De Bolsillo, Barcelona, 2006, p. 245 y 246.

2. La cita de la Fundació Solidaritat Universitat de Barcelona:

 “Como en otras religiones, dentro del islam se reconocen diferentes corrientes. Las principales ramas son la sunita y la chiíta, que surgieron muy tempranamente a raíz de los conflictos sobre la sucesión del profeta tras su muerte en el año 632. Para los sunitas, los sucesores debían ser los más capaces, "los cuatro califas bien orientados" que habían recibido las enseñanzas del profeta recogidas en la Sunna (Abu Bakr, Umar, Uzman y Ali), mientras que para los chiítas el único legítimo sucesor es Ali, primo y yerno del profeta, dada su consanguinidad con éste. Sus diferencias han llegado hasta la actualidad y se centran sobre todo en los procedimientos de interpretación de los textos sagrados. Las principales son las siguientes:

Islam sunita: Se rige por las interpretaciones que los ulemas hacen de las fuentes sagradas del Islam (el Corán y la Sunna), a partir de un estudio profundizado de éstas y su conocimiento del hadit (costumbre).

 • Islam chiíta: Otorga mucha importancia a los conocimientos transmitidos oralmente entre algunas personas escogidas, los mulás, figura de autoridad religiosa mediadora entre la persona y Dios, la palabra de los cuales prevalece sobre cualquier otra lectura de las fuentes sagradas. Entre los mulás, algunos detentan una autoridad especial para la interpretación de la Sharia, los denominados ayatolás (signo de Dios). Para los chiítas, los Imanes, Mulláhs y Ayatolás son infalibles en sus interpretaciones y actúan como transmisores de todos los conocimientos islámicos. Los chiítas consideran sagrados determinados lugares relacionados con la vida del yerno del profeta y su familia, muchos de ellos ubicados en el actual Irak. Tras el yerno de Muhammad, veneran una sucesión de imanes que, aun así, se interrumpe bruscamente en el imán séptimo (según la rama minoritaria) o el imán duodécimo (según la rama mayoritaria). Se trata del imán oculto que volverá a finales de los tiempos para salvar a los fieles el día del juicio final. Mantienen otras diferencias respeto al Islam sunita como el culto a los muertos, la veneración de los mártires, la reducción de las oraciones a tres al día, etc. Existen otras ramas más minoritarias (kharigíes...) e, incluso, dentro de cada una de estas corrientes encontramos diferentes escuelas y corrientes (ismailíes, wahabíes, salafíes, alauíes...). Sin embargo, los elementos substanciales del islam no difieren de una a la otra, como son los pilares del Islam y la unidad de la Umma (comunidad islámica)”.

 
 
 

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