viernes, 26 de abril de 2013

Granada: Rechazo de los comerciantes del barrio del Albaicín a la apertura de un Mercadona

Granada: Rechazo de los comerciantes del barrio del Albaicín a la apertura de un Mercadona

por Álvaro Calleja

Viernes, 26 de Abril de 2013 05:57 del Albaicín no quieren que se instale un Mercadona en la carretera de Murcia...
 La propuesta que trasladó la propia concejala de Urbanismo del Ayuntamiento de Granada, Isabel Nieto, en la última Junta Municipal de Distrito no cuenta con el respaldo de los pequeños comerciantes, convencidos de que su posible ubicacn, que en teoría se deja en manos de lo que decidan los vecinos, estrangulará sus negocios.
GranadaiMedia recogió la opinión de seis comerciantes de establecimientos situados en las inmediaciones de Plaza Larga, donde se encuentran las principales tiendas de alimentación, muchas de ellas familiares que han ido pasando de padres a hijos. Todos coinciden en que, de materializarse lo que hoy es una propuesta, les llevará a la ruina. Por ello quieren saber qué tipo de estudio de mercado se ha hecho en un barrio que en los últimos años se despuebla.

Panadería María

Panadería María
María, en su panadería del Horno del Moral.
Francisco de Paula es el encargado de la Panadería María, llamada así por su madre, a la que todavía se le puede ver despachando el pan en la tienda que tienen junto al horno, en la misma calle Horno del Moral. Tienen abierta la panadería desde mediados del siglo XX. Francisco, que confiesa ser cliente del Mercadona, cree que un nuevo centro comercial de la firma valenciana “acabaría con la esencia y la gracia del Albaicín”. “El comercio aquí es incómodo por la estrechez de las calles, la mercancía tiene que llegar en dumper, no se podría competir en precios con una gran superficie y las 10 o 12 familias que comemos de nuestras tiendas pueden irse al paro”, opina. Francisco asegura que ya hay mucha gente que compra en el Mercadona de Ancha de Capuchinos, donde para el autobús de la línea 35. Cree que debe haber una limitación de centros comerciales y, por supuesto, considera necesario un estudio de mercado. Advierte también que hace algún tiempo se impidió la instalación de un bazar chino en las inmediaciones.

Pescadería de Isabel Delgado

Pescadería Plaza Larga
Isabel, en su pescadería de Plaza Larga.
En la calle Panaderos, muy cerca de Plaza Larga,Isabel Delgado Maldonado regenta, junto a su hermana, la única pescadería en la zona. Es también un negocio familiar al que han dedicado buena parte de sus vidas. Isabel hace un alto en su trabajo para contestar a las preguntas mientras su hermana atiende a la clientela. Encajan mal la noticia de la posible entrada de la cadena de supermercados en el barrio. “Si lo ponen, nos tenemos que ir los demás. Se cargan el pequeño comercio”, protesta Isabel. Las dos hermanas argumentan que no se puede ignorar que en el barrio hay cada vez menos gente, muchos de los vecinos personas mayores que tienen una paga muy justa para sobrevivir. “Es normal que para ahorrarse un poco de dinero acudan a estos supermercados, la gente mira el dinero y les da igual en qué situación quedemos el resto”, precisa.

Tienda de alimentación Miguel Jiménez

Miguel está al frente del negocio de alimentación que se encuentra en el vértice de Plaza Larga con la calle del Agua. Es también un comercio familiar en el que trabajan dos personas. No da crédito a las noticias y pregunta al periodista si se ha hecho un estudio de mercado, conocedor de que en el barrio “hay cada vez menos gente”. “Es la repera, quieren ahogar a los pequeños comerciantes que son los únicos negocios que se mantienen y que crean algo de empleo. No es lógico”, se lamenta. El Albaicín es un barrio con muchos problemas, advierte. “A la gente no se le dan facilidades para vivir aquí, cada vez hay más casas vacías, te ponen mil problemas para hacer cualquier obra y el turismo tampoco funciona como la gente cree”, subraya.

Charcutería Albayzín

Charcutería Albaicín
Juan Guerrero, en su charcutería.
Juan Guerrero lleva cinco años al frente del negocio que hasta hace unos años regentaba su padre en la calle del Agua, donde vende productos artesanos de calidad “como el que se ofrecía hace 60 años”. Al igual que al resto de comerciantes, la noticia le pilla desarmado. No tenía conocimiento de las intenciones de la firma valenciana. Aunque en un principio, y por las características de su negocio, cree que “no es una competencia directa”, está convencido de que su posible implantación “afectará de forma perjudicial al comercio de la zona”. “Sería imposible poner más baratos los artículos comunes, mucho más ahora, con la que está cayendo”, asegura Juan en alusión a la crisis económica. A él no le ha quedado más remedio que prescindir de un ayudante, por lo que se atreve a vaticinar el cierre de algunos comercios si abre sus puertas Mercadona.

Super Chimiqui

SuperChimiqui
Manuel Navarro, de cajero en su negocio.
Manuel Navarro abrió hace dos años en la calle del Agua un pequeño negocio de alimentación que ha llamado Super Chimiqui donde trabajan, además de él, dos dependientas. “Todo lo que se ponga no da, siempre quita”, apostilla. Al igual que la mayoría de los comerciantes se refiere a los efectos devastadores que está teniendo la crisis y al comportamiento de los consumidores en un barrio como el Albaicín. “Conforme está la cosa, la gente va buscando ahorrarse los céntimos y, en este escenario, resulta imposible competir con los precios de un supermercado que se ponga a escasa distancia”.

El puesto de frutas y verduras de Carmen Ruiz

Puesto de Carmen Ruiz
Carmen Ruiz despacha a una clienta.
Desde hace 18 años Carmen Ruiz instala su puerto de frutas y verduras en Plaza Larga, de martes a sábado. Cree al igual que los comerciantes que un nuevo supermercado le quitará negocio porque “la gente acude a esos sitios para cargar y comprarlo todo”. “Con eso no se puede competir aunque tus productos sean de mayor calidad que los que se venden allí”, señala. Carmen también da cuenta de los múltiples inconvenientes que tiene vender en plena calle, un lugar quizá más de paso pero más incómodo en determinadas épocas del año, sobre todo en los meses de lluvia, donde las ventas caen. “También tenemos que pagar nuestro impuesto de ocupación de la vía pública, nuestro seguro de autónomos, incluso uno por si se produce un accidente con los hierros del tenderete”, detalla.
La última palabra la tendrán los vecinos, según declaró la concejal Isabel Nieto que curiosamente acudió por primera vez a la Junta Municipal de Distrito para trasladar la propuesta que le ha hecho llegar un vecino, el propietario de los terrenos, al que Mercadona le ha puesto encima de la mesa una oferta para comprar la finca. De ahí que sorprenda que la responsable de Urbanismo se prestara a exponer el proyecto de un particular en una reunión vecinal sin que se haya registrado, según sus palabras, ninguna documentación en Urbanismo. Incluso reconoció que los técnicos de su área se mostraban divididos sobre la idoneidad de la ubicación después de comprobar la división de opiniones entre el público asistente a la asamblea vecinal.
http://granadaimedia.com/rechazo-comerciantes-mercadona-albaicin/
Ultima modificacion el Viernes, 26 de Abril de 2013 07:50

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